Consagración al Inmaculado Corazón de María
Virgen María, Madre de Dios y
Madre Nuestra, nos consagramos a vuestro Inmaculado Corazón, en acto de plena
entrega y donación al Señor.
Por ti seremos llevados a Cristo,
Hijo vuestro e Hijo unigénito de Dios, y por Él y con Él a su Eterno Padre.
Caminaremos a la Luz de la fe, de la esperanza y del amor para que el mundo
crea que Jesucristo es el enviado del Padre para comunicarnos su palabra y
nosotros seremos sus enviados a fin de llevar su conocimiento y su amor hasta
los confines de la tierra.
Así, bajo la maternal protección de vuestro Inmaculado Corazón, seremos un
solo pueblo en Cristo, conquista de su muerte y testigos de su Resurrección,
y por El llevado al Padre, para gloria
de la Santísima Trinidad, a quien adoramos, alabamos y bendecimos. Así sea.